“El Patizambo” es una obra pintada al óleo sobre lienzo de José de Ribera (1591 – 1652). Hoy en el Museo del Louvre.
El cuadro representa a un joven mendigo de cuerpo entero con aspecto humilde. Tiene un pie deforme, varo, de manera que no puede sostenerse sobre el talón. El muchacho sonríe directamente al espectador, viéndose que le faltan algunos dientes y muestra en una mano un papel que dice en latín: "DA MIHI ELIMO/SINAM PROPTER AMOREM DEI", lo que significa "Déme una limosna, por amor de Dios", este papel era la autorización necesaria en el reino de Nápoles para ser un pordiosero;con ese mismo brazo sujeta al hombro su muleta.
El mendigo viste un traje humilde de tonos pardos, con un gorro en la mano y se mantiene en pie frente a un cielo claro y luminoso que llena el lienzo con una luz casi natural.
El objetivo del cuadro es denunciar la miseria y desidia en la que iba cayendo el pueblo humilde, mientras los Austrias seguían su particular lucha estéril por mantener un imperio que se desmoronaba. El personaje aparece representado con toda su dignidad, sin que en ningún momento sus harapos o sus malformaciones sean un reclamo para la mofa o la insidia, en todo caso, una muestra para conmover al espectador, que ve cómo la desgracia infantil se soporta con decencia y entre risas de alegría.
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Estamos en un periodo en el España, tras la Paz de Westfalia (1648), debe reconocer la independencia de Holanda, aunque se concretó 1659 en la Paz de los Pirineos, donde España también perdió la hegemonía frente a Francia. En el ámbito religioso, el siglo XVII fue la época de expansión de la Contrarreforma católica.
En este siglo se produjo una importante crisis demográfica causada por las epidemias de peste; también por la fuerte emigración hacia América a causa de la expulsión de los moriscos. La visión optimista e idealista de la vida que tenía el Renacimiento se vio sustituida por una visión pesimista y realista, por tanto, el siglo XVII en España es ya de decadencia, pues la crisis económica y religiosa lleva a extender la pobreza y la Contrarreforma por toda la península. Sin embargo las artes, gracias al mecenazgo de la monarquía, la nobleza y el clero van a dar sus mayores cotas de calidad a nivel mundial, es lo que será conocido como Siglo de Oro español, del que Velázquez es el mejor exponente en la pintura.
Rivera, que desarrolló toda su carrera en Italia y principalmente en Nápoles, cultivó un estilo naturalista que evolucionó del tenebrismo de Caravaggio hacia una estética más colorista y luminosa, influido por Van Dyck y otros maestros.
A pesar de vivir fuera de España, Ribera influyó en los grandes maestros del barroco español (Zurbarán, Velázquez, Murillo y Cano), y su pintura está en la raíz del realismo barroco español, un realismo que no refleja las cosas del mundo de manera fría, como un espejo, sino que aspira a ponernos en contacto con esa realidad del individuo y los objetos que lo rodean, punto de vista que retomará con una mayor intencionalidad política, la pintura del realista francés Curbet en el XIX.